María Santos 100218459
Dice el génesis: ‘Y creo Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los creo’.
Este versículo de la biblia les ha servido
de herramienta a muchas personas, para
discriminar, perseguir y estereotipar a las personas homosexuales. Ser
homosexual en estos tiempos, ha sido y es una causa para la exclusión y rechazo
social de personas por esta condición sexual, aunque esta no se divulgue.
Fruto de ese rechazo, un informe titulado Report of the Secretary's TaskForceonYouth
Suicide/ Informe del grupo de trabajo
del Secretario sobre el suicidio juvenil se halló que el suicidio entre
jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y aquellos que no están
seguros de su sexualidad (LGBTQ) es comparativamente más
alto que entre la población general, principalmente debido a la cultura
heterocéntrica y la homofobia institucionalizada.
Además «los estudiantes LGBT tenían una mayor probabilidad de haberse
planteado seriamente abandonar su institución educativa como resultado del
acoso y la discriminación.»
Según el mismo informe en el año 2004,
1985 adolescentes estadounidenses menores de 20 años se suicidaron, un
incremento del 18% respecto al año anterior. «Más de 34.000 personas fallecen a
causa del suicidio al año», convirtiéndola «en la tercera causa de muerte entre
las personas de 15 a 24 años con jóvenes lesbianas, gais y bisexuales
intentando el suicidio cuatro veces más frecuentemente que sus compañeros
heterosexuales.
En nuestro país es muy común ver el
maltrato, burla, atropellos y demás a este tipo de personas.
Dicho
esto me pregunto ¿Deben ser estas personas satanizadas? ¿Deben de aislársele de
la sociedad? ¿Somos quienes para juzgar? ¿Hacen un fuerte daño a la sociedad?
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