domingo, 30 de noviembre de 2014

La UASD; Pasado, presente y futuro

María Santos      100218459

     Al iniciar su proceso de enseñanza, mediante una bula papal, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, fundada el 28 de octubre de 1538, inicio con cuatro Facultades: Medicina, Derecho, Teología y Artes, conforme a las normas establecidas en la época para las instituciones similares de la metrópoli. Los estudios de Artes incluían dos modalidades, a saber: el “trivium” que comprendía la Gramática, la Retórica y la Lógica y el “quadrivium”, que englobaba la Aritmética, Geometría, Astronomía y Música”.

     Desde entonces, acontecimientos de gran  magnitud han surgido, en esta alta casa de estudios, que la han marcado de una manera considerable. Hablemos de ellos:

En el año 1801, como consecuencia de la ocupación haitiana al país, la Universidad interrumpió su funcionamiento, porque los dominicos, que la regenteaban, abandonaron la colonia. Se reabrió en el año 1815, al volver la colonia a la soberanía española, pero a partir de entonces adoptó el carácter laico.

Entre el 1815 y el 1821 funcionó bajo el rectorado del Dr. José Núñez de Cáceres. La Universidad volvió a cerrar sus puertas en 1822 debido a que gran número de sus estudiantes fueron reclutados para el servicio militar por orden del régimen haitiano que gobernaba la nación. Con la consumación de la Independencia de la República en 1844, renace en los dominicanos la voluntad de restablecer la Universidad, símbolo de tradición cultural y del carácter propio de la nacionalidad recién adquirida.

Respondiendo a ese reclamo, el 16 de junio de 1859, el Presidente Pedro Santana promulgó una ley que restablecía la antigua Universidad de Santo Domingo, con una composición académica similar a la de las universidades medievales (cuatro facultades: Filosofía, Jurisprudencia, Ciencias Médicas y Sagradas Letras) y como una dependencia del gobierno central a través de la Dirección General de Instrucción Pública y del Secretariado de Estado correspondiente. Pero por razones de las contingencias políticas, la citada disposición no se ejecutó y la Universidad no se reabrió.

El 31 de diciembre de 1866, se creó, por decreto, el Instituto Profesional, que funcionó en lugar y en sustitución de la antigua Universidad de Santo Domingo.

El día 10 de mayo de 1891, el Instituto Profesional cerró sus puertas, hasta el día 16 de agosto de 1895, que reapareció bajo el rectorado del Arzobispo Fernando Arturo de Merino.

El 16 de noviembre de 1914, el residente de la República, Dr. Ramón Báez, quien era también Rector del Instituto Profesional, transforma por decreto al Instituto Profesional en Universidad de Santo Domingo. Del 1916 al 1924, la Universidad tuvo que interrumpir su funcionamiento como consecuencia de la intervención norteamericana.

Durante los 31 años de la tiranía del dictador Rafael Leonidas Trujillo, la Universidad de Santo Domingo, como las demás instituciones del país, se vio privada de las libertades más elementales para el cumplimiento de su alta misión, llegando a convertirse en un instrumento de control político y  propagación de consignas totalitarias, ante cuyos perjuicios nada valieron los escasos progresos materiales que alcanzó la Institución en esos años de gobierno despótico, como fue la adquisición de terrenos y la construcción de la Ciudad Universitaria.

     A estos acontecimientos se suma la muerte de varios estudiantes, debido, a que estos demandaban un mejor servicio en la universidad, cosa que le costó la muerte, sobre todo, en épocas donde imperaba la dictadura y gobierno de presión con características democráticas.

     En la actualidad, siendo primada de américa,  la universidad cuenta con más matriculados en el país superando los 177,000  estudiantes constituyendo un 62% del total de estudiantes de educación superior en la Republica Dominicana, el por ciento restante se encuentra dividido en las demás universidades.

     Dentro de las muchas precariedades, sobre todo en el sistema informático, escasez y deterioro de aulas, entre otras debilidades, la UASD marcha a duras sendas, por el cumplimiento del deber de ser formadora de nuevos profesionales en el país, que tanto se necesitan para poder alcanzar el desarrollo esperado.

     Son muchas las quejas que se realizan por parte de empleados, rectores y estudiantes para el aumento a un 5% del PIB, para lograr las metas propuestas como institución.

     Si volamos más alto y pensamos en el futuro, pues podríamos decir que la UASD, necesitaría entrarse en el mundo de la tecnología, ser una casa abierta a la investigación, ser formadora de profesionales de alto nivel, utilizar métodos de enseñanzas modernos, que beneficien a los estudiantes y luego a toda la nación. 

     Para cumplir con ciertos rigores necesita, ante todo, organización…


Fuente: portal  UASD

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