Amaya Burgos Jiménez 100009200
Dijo una vez el Doctor Joaquín Balaguer: Nada se puede añadir
a la semblanza del Patricio Juan Pablo Duarte que no sea ya conocido por la
población que aun frecuenta las aulas escolares y que se han nutrido, en los
últimos tiempos con la divulgación que se ha hecho de su figura y de su obra
sin paralelos en la historia dominicana.
Y es que Juan Pablo Duarte representa la nobleza y humildad
de un niño bien educado, la rebeldía estratégica de un joven intelectual y la
gallardía y entereza de un caballero de convicción clara y definida. Supo ser
un líder carismático que contagio a todos con sus ideas independentistas
inspiradas en las experiencias vividas en países que sirvieron de escuela para
lograr aquí nuestra DEMOCRACIA.
La Patria que él nos lego ha sufrido, en el curso de este
bicentenario, numerosas caídas y ha experimentado grandes adversidades, no por
culpa del azar, sino por obra principalmente de nuestras propias lujurias y
nuestras propias flaquezas.
Duarte soñó y lucho por una República Dominicana libre e
independiente de toda dominación extranjera y es triste ver como los políticos
de nuestros tiempos han intentado manchar el concepto político duartiano, donde
prevalece el Honor y la Soberanía de la Patria.
En ese sentido las infidelidades que han cometido los
políticos en contra de la obra y figura del Padre de la Patria podrían serles
perdonadas si se advirtieran en el panorama nacional con algún signo de
arrepentimiento que les hiciera dignos de esas indulgencias.
BIOGRAFÍA
Juan Pablo Duarte y Diez nació en la ciudad de Santo Domingo
el 26 de enero de 1813, durante el período conocido como el de la "España
Boba". Sus padres fueron Juan José Duarte, oriundo de Vejer de la Frontera
en la provincia española de Cádiz, y Manuela Diez Jiménez, oriunda de El Seíbo,
hija a su vez de padre español y madre dominicana. Luego de que las tropas del
haitiano ToussaintL'Ouverture llegaron al país en 1801, tomando posesión de la
ciudad de Santo Domingo, los Duarte salieron hacia Puerto Rico, residiendo en
Mayagüez, Puerto Rico. La familia regresó al país luego de terminada la guerra
de la Reconquista en 1809, cuando el país volvió a ser colonia española.
Juan Pablo fue bautizado en la Iglesia de Santa Bárbara el 4
de febrero de 1813. Sus primeras enseñanzas las recibió de su madre y, más
tarde, asistió a una pequeña escuela de párvulos dirigida por una profesora de
apellido Montilla. De allí pasó a una escuela primaria para varones, donde
desde muy temprano dio muestras de una gran inteligencia. Fue admitido más
tarde en la escuela de don Manuel Aybar, completando sus conocimientos de
lectura, escritura, gramática y aritmética elemental. En 1828 o en 1829, con
apenas quince años de edad, y acompañado del señor Pablo Pujols, comerciante
ligado a su familia, sale vía Estados Unidos, Inglaterra, y Francia rumbo a
España, radicándose en Barcelona, donde tenía parientes. Poco se conoce de
Duarte durante su permanencia en España.
Para 1831 ó 1832 aparece de nuevo en Santo Domingo y trabaja
en el negocio de su padre. Realiza una intensa vida social que le liga a
importantes sectores de la pequeña burguesía urbana. Esa vivencia de la
sociedad es la que le permite percibir que existe un sentimiento patriótico que
rechaza la presencia de los haitianos en el país.
El mérito de Duarte, como patriota y como político
organizador estriba, fundamentalmente, en que supo interpretar el momento
histórico que vivía la sociedad dominicana de aquel entonces, renuente en sus
capas más decisivas a aceptar la dominación haitiana. Para ese momento el
gobierno de Boyer había envejecido y de un gobierno liberal y progresista, pasó
a ser una dictadura con graves problemas económicos y resistencia interna en su
territorio original.
El 16 de julio de 1838, después de haber realizado una
discreta labor de proselitismo, fundó la sociedad secreta "La
Trinitaria". Esta sociedad, que respondía a una estructura celular, tenía
por lema "Dios, Patria y Libertad" y sus primeros miembros fueron
Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la
Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y
Juan Nepomuceno Ravelo. Más adelante surgió otra sociedad "La
Filantrópica" destinada a realizar una importante labor de propaganda
mediante la representación de piezas teatrales.
Duarte tenía antes de la independencia un definido concepto
de la nación dominicana y de sus integrantes. En su proyecto de constitución
dice con claridad que la bandera dominicana puede cobijar a todas las razas, no
excluye ni da predominio a ninguna. Su concepción de la República era la de un
patriota, republicano, anticolonialista, liberal y progresista.
Cuando se inició en 1843 la revolución contra Boyer que
repercutió en la parte oriental de la isla, Duarte encabeza el movimiento
reformista en la ciudad de Santo Domingo. Juega un papel decisivo que lo llevó
al liderato de los republicanos que luchaban por la independencia. Las
circunstancias lo obligaron, más tarde, junto a otros compañeros a abandonar el
país. Pero al ausentarse del territorio nacional sus compañeros, encabezados
por Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, llevaron a cabo las
gestiones finales del movimiento.
Redactaron el Manifiesto del 16 de enero de 1844 en el cual
quedaron plasmados los principios republicanos y liberales que Duarte predicó
durante años y ratificaron, en el cuerpo de ese documento, la firme voluntad de
crear un Estado soberano. Después del 27 de febrero regresó a su patria, y se
incorporó a la Junta Central Gubernativa dominada por los sectores más
conservadores que no tenían fe en la viabilidad de la República. Se inició un
proceso de luchas internas que culminó con la expulsión del territorio nacional
de los patriotas fundadores del Estado dominicano. Falleció en Caracas,
Venezuela, el 15 de julio de 1876 a los 63 años de edad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario