Amaya Burgos Jiménez 100009200
Paulo Freire (1921-1997) fue uno de los mayores y más
significativos pedagogos del siglo XX. Con su principio del diálogo, enseñó un
nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Sus ideas
influenciaron e influencian los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el
pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la
esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y en la
teología de la liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y
africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en a
educación. Fue emigrante y exilado por
razones políticas por causa de las dictaduras. Por mucho tiempo, su domicilio
fue el Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, Suiza.
Paulo Reglus Neves Freire
(Recife, Pernambuco, 19 de septiembre de 1921-São Paulo, 2 de mayo de 1997) fue
un educador y pedagogo brasileño. Uno de los más influyentes teóricos de la
educación del siglo XX.
Hijo de una familia de clase media pobre de Recife, Brasil,
nació el 19 de septiembre de 1921. Freire conoció la pobreza y el hambre
durante la Gran Depresión de 1929, una experiencia que formaría sus
preocupaciones por los pobres y que le ayudaría a construir su perspectiva educativa.
Freire se matriculó en la Universidad de Recife en 1943, en
la Facultad de Derecho, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al
mismo tiempo. Se incorporó en la burocracia legal, pero nunca practicó la
abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en secundaria. En 1944 se
casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria. Tuvieron
cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida.
En 1946 Freire fue nombrado Director del Departamento de
Educación y Cultura del Servicio Social en el Estado de Pernambuco, Estado del
que su ciudad natal es capital. Trabajando principalmente entre los pobres que
no sabían leer ni escribir, Freire empezó a adoptar un método no ortodoxo de lo
que puede ser considerado una variación de la teología de la liberación. En esa
época, leer y escribir eran requisitos para votar en las elecciones
presidenciales brasileñas.
En 1961 fue nombrado director del Departamento de Extensión
Cultural de la Universidad de Recife, y en 1962 tuvo la primera oportunidad de
aplicar de manera significativa sus teorías, cuando se les enseñó a leer y
escribir a 300 trabajadores de plantíos de caña de azúcar en tan solo 45 días.
En respuesta a estos buenos resultados, el gobierno brasileño aprobó la
creación de miles de círculos culturales en todo el país.
En 1964 un golpe de Estado militar puso fin al proyecto:
Freire fue encarcelado como traidor durante 70 días. Tras un breve exilio en
Bolivia, Freire trabajó en Chile durante cinco años para el Movimiento
Demócrata Cristiano por la Reforma Agraria y la Organización para la
Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas.
En 1967 Freire publicó su primer libro, La educación como
práctica de la libertad. El libro fue bien recibido y se le ofreció el puesto
de profesor visitante en la Universidad de Harvard en 1969. El año anterior
había escrito su famoso libro Pedagogía del oprimido, que fue publicado en
inglés y en español en 1970. Debido al conflicto político entre las sucesivas
dictaduras militares autoritarias y el Freire socialista cristiano, el libro no
fue publicado en Brasil hasta 1974, cuando el general Ernesto Geisel tomó
control de Brasil e inició su proceso de liberación cultural.
En 1997, el día 2 de mayo, a sus 75 años, falleció Paulo
Freire; días antes de su muerte él mismo aún debatía sobre las nuevas
perspectivas de la educación en el mundo. Su pensamiento pedagógico continúa
vigente en nuestros días. Se considera que sus aportaciones sobre la
alfabetización crítica emancipadora son un referente obligado en las nuevas
aproximaciones socioculturales sobre la lectura y la escritura en el mundo
contemporáneo. Así, por ejemplo, las teorías críticas y los Nuevos Estudios de
Literacidad, recuperan buena parte del legado freiriano.
La pedagogía crítica constituye un campo de docencia e
investigación que ha tenido como impulsor principal a Freire. En esta línea de
trabajo se encuentran los estudios de Giroux, McLaren, Apple, Macedo.
El contexto en el que
se inició Paulo Freire
Pablo Freire conoció desde niño la realidad del nordeste
brasileño, en el que hasta hacía poco se vivía en esclavitud y que por aquellos
tiempos las clases rurales vivían en relaciones laborales de opresión,
marginadas del proceso social, político y económico y sin participación alguna
en las decisiones importantes para el país.
Es ahí donde se introduce Paulo Freire, que intenta que sus
coterráneos rompan su pasividad y silencio, que reconozcan la fuerza de su
unidad transformadora, que adquieran la capacidad crítica para relacionarse con
la sociedad y que se liberen de sus ataduras, única posibilidad de cambio de la
sociedad. Se inserta en las nuevas ideas revolucionarias que existían en
América Latina en los años 60, imbuido del lenguaje de liberación surgido de de
las corrientes más avanzadas del catolicismo, que provocaron la teología de la
liberación, y utilizando elementos de la dialéctica marxista para la visión y
comprensión de la historia.
«La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y
liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El
primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se
van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que,
una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del
oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente
liberación» Paulo Freire
El pensamiento de Paulo
Freire
Paulo Freire se ocupó de los hombres y mujeres «no letrados»,
de aquellos llamados «los desarrapados del mundo», de aquellos que no podían
construirse un mundo de signos escritos y abrirse otros mundos, entre ellos, el
mundo del conocimiento (sistematizado) y el mundo de la conciencia (crítica).
Porque para Freire el conocimiento no se transmite, se «está construyendo»: el
acto educativo no
consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce de la construcción
de un mundo común. Juan Manuel Fernández Moreno (ILCE)
El método de Paulo
Freire
El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura
popular, que, a su vez, se traduce en una política popular: no hay cultura del
pueblo sin política del pueblo. Por este motivo, su labor apunta principalmente
a concienciar y a politizar. Freire no confunde los planos político y
pedagógico: ni se absorben, ni se contraponen. Lo que hace es distinguir su
unidad bajo el argumento de que el hombre se hace historia y busca
reencontrarse; es el movimiento en el que busca ser libre. Ésta es la educación
que busca ser práctica de la libertad.
La metodología surge de la práctica social para volver,
después de la reflexión, sobre la misma práctica y transformarla. De esta
manera, la metodología está determinada por el contexto de lucha en que se
ubica la práctica educativa: el marco de referencia está definido por lo histórico
y no puede ser rígido ni universal, sino que tiene que ser construido por los
hombres, en su calidad de sujetos cognoscentes, capaces de transformar su
realidad.
La manera en que Freire concibe la metodología quedan
expresadas las principales variables que sirven de coordenadas al proceso
educativo como acto político y como acto de conocimiento; éstas son: la
capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de asombro, que
cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura
social; la naturaleza social del acto de conocimiento y la dimensión histórica
de éste.
Otras características del método de Freire son su movilidad y
capacidad de inclusión. Por ser una pedagogía basada en la práctica, ésta está
sometida constantemente al cambio, a la evolución dinámica y reformulación. Si
el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y motor de
esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de
dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación.
La alfabetización como
camino de liberación
Para Paulo Freire, el proceso de alfabetización tiene todos
los ingredientes necesarios para la liberación. «... el aprendizaje y
profundización de la propia palabra, la palabra de aquellos que no les es
permitido expresarse, la palabra de los oprimidos que sólo a través de ella
pueden liberarse y enfrentar críticamente el proceso dialéctico de su
historización (ser persona en la historia)». El sujeto, paulatinamente aprende
a ser autor, testigo de su propia historia; entonces es capaz de escribir su
propia vida, consciente de su existencia y de que es protagonista de la
historia.
Podemos entender la alfabetización como la conquista que hace
el hombre de su palabra, lo que ciertamente conlleva la conciencia del derecho
de decir la palabra.
Fases del método para
la alfabetización
En la alfabetización es necesario seguir el método activo
dialogal, crítico.
1º Fase: Levantamiento del universo vocabular (universo de
las palabras habladas en el medio cultural del alfabetizando) de los grupos con
los cuales se trabaja. Se extraen los vocablos de más ricas posibilidades
fonéticas y de mayor carga semántica, con sentido existencial y emocional.
2º Fase: Elección de las palabras seleccionadas del universo
vocabular investigado.
3º Fase: Creación de situaciones existenciales típicas del
grupo con el que se va a trabajar.
Las palabras utilizadas reciben el nombre de generadoras, ya
que a través de la combinación de sus elementos básicos propician la formación
de otras. A partir de esas palabras se configuran las situaciones
existenciales.
4º Fase: Elaboración de guías (Flexibles) que auxilien a los
coordinadores de debate en su trabajo.
5º Fase: Descomposición de las familias fonéticas
correspondientes a los vocablos generadores.
Se plasman las situaciones en láminas, diapositivas o
proyecciones que, de la experiencia vivida por el alfabetizando, pasan al mundo
de los objetos.
De uno en uno, los educandos van todos haciendo palabras
nuevas con las posibles combinaciones a su disposición. Este proceso va creando
conocimientos de palabras que enriquece la posibilidad de decirse diciendo su
mundo.
(Algunas Frases célebres sobre la educación de wikipedia)
Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta.
Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores
contestan a preguntas que los alumnos no han hecho
Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi,
bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política
y económica en la que está el alfabetizado
Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
Enseñar exige saber escuchar
Nadie es, si se prohíbe que otros sean
La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a
ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación
No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable
entre acción y reflexión
Decir la palabra verdadera es transformar al mundo
Decir que los hombres son personas y como personas son libres
y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es
una farsa
El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que
ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al
mundo sufre los efectos de su propia transformación
El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una
noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un
acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas
Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el
acto de educar y el acto de ser educados por los educandos
Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo.
Por eso, aprendemos siempre
La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los
llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les
ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una
"cultura del silencio"
Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir
su palabra
Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural
dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo
de concienciación
La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria,
deben estar al servicio de la liberación permanente de la Humanización del
hombre.
Bibliografía:
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