martes, 2 de diciembre de 2014

Comunicación medico paciente

Amaya Burgos Jiménez                 100009200

En la actualidad la incomunicación es uno de los mayores males que padece nuestra sociedad; sin embargo, es algo que resulta paradójico, puesto que, a lo largo de los siglos, se ha venido constatando que la comunicación, y con ella el lenguaje como su modo plenario de expresión, constituye la herramienta principal que el ser humano posee no sólo para organizar la sociedad sino también para ganar una posición de dominio en su entorno.

Según Eulalia Hernández  la capacidad de comunicación nos es innata a todas las personas desde el mismo momento en que nacemos y nos acompañará a lo largo de nuestra vida; sin su poder no podríamos expresar los momentos cruciales que son los que dan sentido a la vida humana. No obstante, y a pesar de la importancia que desempeña tanto para nuestro desarrollo profesional como personal, por su cotidianeidad, no le damos la suficiente importancia y, como consecuencia, no potenciamos nuestras habilidades comunicativas. Si bien la buena comunicación es importante en cualquier contexto, existen algunos específicos en que puede llegar a ser vital; nos referimos concretamente a los diálogos entre médicos y pacientes.

Por su parte Fernández  Ortega dice que la comunicación no sólo debe servir de vehículo para obtener información que el médico necesita en el cumplimiento de sus funciones, debe emplearse también para que el paciente se sienta escuchado, para comprender enteramente el significado de su enfermedad y para que se sienta copartícipe de su atención durante el proceso de salud enfermedad. En estos tiempos de globalización, la medicina no escapa a tal fenómeno, por lo que entre otros aspectos, se debe tratar de vincular la formación del MF con los problemas que demanda la sociedad, de tal forma que se pueda dotar a este profesionista con un potencial en habilidades comunicativas que le permitan contender más eficientemente con la problemática que le plantea su profesión en los escenarios reales, complejos y dinámicos.

De igual forma Fernández Ortega señala que  un razonamiento inicial para estimar la importancia de la comunicación en la relación médico paciente .Identifica  que uno de los aspectos de mayor interés para el enfermo es que el médico demuestre estar interesado por él, que utilice palabras comprensibles, que proporcione información sobre el tratamiento, transmita tranquilidad, aconseje al paciente pero que le permita ser él quien decida, que tenga libertad para comentar sus puntos de vista y que el médico considere su opinión acerca del tratamiento. Tates  coincide en que una de las mayores necesidades del paciente es ser entendido y conocido, esto es: que una de las mayores cualidades del médico debe ser su conducta afectiva que le permita reflejar sentimientos, mostrar empatía y preocupación por sus pacientes, y aunque el autor además señala que una explicación de la falta de estas cualidades se puede encontrar en la asimetría cultural entre el médico y el paciente, lo cierto es que, como también señala Fones , las cualidades humanísticas del médico, parecen ser muy valoradas por los pacientes y la comunicación como parte de ellas.

República Dominicana no escapa a esa incomunicación que afecta a los médicos con el paciente y la realidad es esa la mayoría de los médicos no se preocupan por que el paciente entienda lo que les dijeron simplemente le dicen y ya, tal es el caso que ocurrió el 9 de abril de este año 2014  en san pedro de Macorís que un hombre falleció por ingerir liquido de limpiar zapatos luego de que había ido al hospital por varias dolencias y el médico le sugiriera tomar mucho líquido para evitar deshidratación, quizás esto no sea culpa del médico pero se debe crear conciencia para que cosas así no vuelvan a suceder , con esto se deduce que el médico no debe emplear tecnicismo al hablar con el paciente si no que debe ser un poco más claro con este.

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